jueves, 28 de abril de 2011

COSAS Y OCURRENCIAS DE SOFIA



EL PINGUINITO

Había una vez un pingüino muy gracioso, que reía y reía,
pero, un día su padre le dijo: ¡No rías más!.

El pingüinito lloró y lloró, y todos los días lloraba y lloraba,
pero, un día se dío cuenta que solo estaba llorando,
sin sentirlo de verdad, y volvió a reír y reír.

Salió al parque de columpios, buscó un pingüino y le preguntó:
¿Quieres jugar conmigo? y la respuesta fué afirmativa,
y jugaron y jugaron. Con el tiempo se volvieron muy amigos,
jugaban permanentemente.

Un día mientras jugaban sintieron, una fuerte brisa,
el sol se escondió, había niebla por todas partes,
no se veía nada, y se perdieron de vista,
luego al irse dispersando la niebla,
se volvieron a encontrar y vivieron felices para siempre.

FIN.

Sofía Pereira Trujillo  (abril de 2011)

martes, 19 de abril de 2011

HISTORIA DE NUESTRO LINAJE

NUESTROS ANTEPASADOS


José Francisco Ramón Vicente Pablo Pereira Martínez
(1783 - 1863)

Era oriundo de Cartago, hijo de Juan Pereira y Miranda, de origen portugués, nacido en España, y de la española doña Josefa Martínez Bueno.
En 1814 recibió el título de abogado. Jose Francisco Pereira se dirige a las provincias de Vélez y El Socorro para continuar su lucha por la independencia, en 1815 es nombrado secretario del gobierno republicano.



Según la nota de defunción consignada en el libro 4 de defunciones página 96, dice que al doctor José Francisco Pereira Martínez se le dio sepultura el 20 de agosto de 1863 en Tocaima.
Su herencia se dividió así: a su esposa doña María de la Paz Gamba y Valencia le correspondieron 1.350 hectáreas y a sus hijos Nicolás, Próspero, Guillermo, Mercedes y Benjamín 270 hectáreas cada uno; otro de los hijos Emilio había muerto en 1857.
Destaca su cercanía con Simón Bolívar, Antonio José de Sucre y José María Obando. Aportó en la apertura de los caminos del Quindío y Tamaná, y la creación del Colegio académico de Cartago el 5 de septiembre de 1839.
Nota de Carlos Mario Pereira Yepes.

Los hermanos Mayores de Jose Francisco  Pereira Martinez e  hijo de Juan Pereira y Miranda y Doña Josefa Martinez Bueno fueron Miguel Pereira Martínez, Ignacio Pereira Martínez, Petrona Pereira Martínez, Manuel José Pereira Martinez, este ultimo compañero de luchas y batallas en la independencia de la Nueva Granada, que luego de la guerra de independencia de España emigró  desde la provincia del Cauca a la Provincia de Antioquia, ubicándose en el cantón de Buriticá,  sus hijos Leonardo, Froilán y Felipe N. Pereira, dieron origen al Apellido Pereira en nuestro Departamento y se encuentra evidencia histórica en Memoria de relaciones exteriores de la nueva Granada.

Se encuentra evidencia de los hermanos Leonardo, Froilán y Felipe N. Pereira en las memorias del ministerio de Relaciones exteriores de 1858, de la Nueva Granada.


Colombia. Ministerio de Relaciones Exteriores - 1858 - ‎Vista de fragmentos - ‎Más ediciones
En 14 de julio de 1848 se expidió un título de mina de oro corrido, de nuevo descubrimiento, en la quebrada Pugná, ... en Buriticá, canton de Antioquia, a favor de los señores LeonardoFroilan i Felipe NPereira, i Gregorio Tuberquia.

El Abuelo Ricardo Pereira Restrepo (14 abril 1900 - 18 Marzo 1989), cuando era yo niño, me contaba que sus antepasados eran 3 hermanos hijos de Españoles y que eran primos de los Pereira Gamba de la provincia del Cauca, con esta historia contada crecí y hasta ahora encuentro documentos registrados en las memorias del ministerio de relaciones exteriores de 1858, del tatarabuelo Froilán Pereira, relatado por mi abuelo.


Tal vez con el sueño del oro  y huyéndole a la guerras intestinas que afectaron al país luego de la Independencia, Manuel José Pereira Martinez (nació en 1.775) se desplazó por los caminos coloniales desde la provincia del Cauca a Santa Fe de Antioquia, y luego a Buriticá (región donde existían las más grandes minas de oro de Antioquia en la época colonial), no conocemos con quien tuvo matrimonio, pero, si conocemos de los hijos Leonardo, Froilán y Felipe N. Pereira, dedicados a la minería de oro en Buriticá, Froilán Pereira contaba el abuelo Ricardo contrajo matrimonio con una mestiza de apellido Higuita, situación  que mas tarde diera origen a discriminación de los Pereira Higuita al ser considerados como mestizos por la clase "Noble" de la región.

Después de leer la historia en la época de la colonia española en América y conocer cómo eran las relaciones entre personas consideradas nobles y gente de sangre sucia (hijos de españoles con nativos) es de suponer que nuestra Tatarabuela de apellido Higuita fuera una de estas mestizas hijas de español; sabemos por tradición oral y por apellidos que contrajo matrimonio porque de esa unión nacieron hijos legítimos como nuestro bisabuelo Víctor Manuel Pereira Higuita y todos los Pereira Higuita que colonizaron a Santa Fe de Antioquia, Buriticá, Giraldo, Sabanalarga, Cañasgordas, Uramita, Frontino y tal vez hasta Urabá.



Víctor Manuel Pereira Higuita, emigró desde Buriticá hasta el valle del Rio Verde habitado por colonos e indígenas Emberá Catio, alrededor del año 1890, allí compró a crédito la Finca Llano Chiquito con una extensión de 160 hectáreas por un costo de $120 de la época y se dedicó a la agricultura y ganadería a pequeña escala, contrajo matrimonio con Bertoldina Restrepo Goez de cuya unión nacieron Luis, Alonso, Carlos, Ricardo, Robertina, Alfonso y Juvenal Pereira Restrepo.


Contaba el abuelo Ricardo que su padre Víctor Manuel tenía carate, enfermedad que despigmenta la piel, y que a la edad de 47 años falleció de neumonía (1907), con la muerte del padre los hijos mayores se fueron a recorrer el mundo. Luis, Alonso y Alfonso Pereira Restrepo se radicaron en Tuluá (valle del Cauca), Carlos Pereira Restrepo viajó a Nueva York en 1914 y de allí zarpó para Inglaterra, vivió en Londres y finalmente regresó  en 1967 a morir a Bogotá.



El Abuelo Ricardo al morir su padre, contaba con 7 años de edad y era conocido como el Monito Jaraber, quedando como hombre cabeza de familia, ya que sus hermanos mayores se habían ido a recorrer el mundo; tenía la obligación de pagar la deuda hipotecaria de la finca, trabajar con su madre para conseguir la manutención de los hermanos menores, además se desempeñó como arriero y contrabandista de aguardiente y tabaco el cual era ocultado en rastras de guaduas.



El trabajo duro y la responsabilidad familiar lo convirtieron en hombre alto, fornido, de recio carácter, respetuoso de la palabra empeñada, trabajador dedicado a la arriería y al comercio; por los años 1920 entraba a Medellín con una recua de 100 mulas, se ganó el aprecio y el respeto de los comerciantes por la oportunidad y pago de sus obligaciones, estos le entregaban a crédito grandes cargamentos de provisiones para surtir la región de Frontino.



Siendo ya un hombre curtido y tal vez viejo para la época, comerciante exitoso, con capital propio a la edad de 35 años y tal vez no muy bien visto por su origen menos noble (ancestro indígena, creo yo por lo que oigo decir a papá, que dice que ellos son gente por los ancestros de la madre, y que por el papá son indios, tal vez en la encopetada Familia Gaviria Pérez era solo un indio venido a más) contrajo Matrimonio con nuestra abuela Rosa Amelia Gaviria Pérez, maestra de Profesión hija de Alejandro Gaviria Cobaleda y Lila Pérez Acevedo, de cuya unión nacieron Libia, Luis Carlos, Aminta, Elvira y Tulia Pereira Gaviria.



Frases del abuelo Ricardo: "Yo soy fuerte como la serpiente y humilde como la paloma", "Yo soy como el sándalo, que perfuma el hacha que lo hiere"

La canción del abuelo: " La palomita en su nido"



Cuando yo era niño, el abuelo vivía en Frontino, ya había fallecido la abuela Rosa Amelia y había contraído nupcias con la Sra. Carmelita Vargas, matrimonio casi que convenido por las hijas ya que el abuelo en su viudez estaba llevando una vida desordenada y sin control.

El Abuelo prácticamente vivía con nosotros en la Finca Llano Chiquito, nos quería mucho, nos contemplaba y nos enseñaba con sus historias muchas cosas de su vida y sus antepasados, dormía con migo en la cama grande de madera rustica donde el mismo había nacido y que yo heredé, porque esa fue mi cama mientras vivimos en la finca, me contaba cuando nos acostábamos todas estas pequeñas historias que les estoy contando, además de visiones de futuro, me decía que cuando yo fuera hombre los autos iban a volar y ya lo estamos viendo, del abuelo nunca recibimos un grito ni una palabra soez, era tierno, amable, alcahueta, me llevaba al cañaduzal y a escondidas me enseñaba dizque a fumar, porque el decía que era importante, a pesar de ser hombre de mundo y mujeriego, nunca le oí hablar de mujeres o de inducirnos al libertinaje sexual, cosa que si hacia papá, nos daba plata desde niños y nos decía eso es para que “consiga mujer” y “emberraque pa que coja fama”.

El abuelo cuando éramos niños siempre nos daba 1 peso a todos los nietos mayorcitos, a los que habíamos en ese momento, era una ración importante; cuando ya fuimos creciendo los nietos, él que ya contaba 70 años de edad, nos llevaba a las fiestas de la panela en Frontino donde bailábamos en casetas hechas en la plaza principal, tomábamos unos buenos aguardientes sin llegar a embriagarnos, al rededor de las 4 de la mañana con ya escasas mujeres para bailar me decía, mijo tráigame muchachas para yo bailar, era incansable para el baile y para muchas cosas, pero, es que el abuelo no era un viejo encorvado ni reblandecido, era un viejo alto, delgado, elegante, vestido al estilo Inglés, siempre de corbata, chaleco, saco y sombrero barbicio tipo italiano, de conversar fluido y alegre, muy positivo, sin declives, nunca lo oí renegar, pero, creo que papá si lo oyó renegar, hasta gritar y ser muy fuerte en los castigos con él, pero tal vez, así tenía que ser, porque papá a pesar de sus grandes virtudes es rebelde, irascible, irreverente, sin medida de los riesgos, situación que obligaba a controlarlo con mano de hierro, en otro capitulo les contaré historias de papá.

El abuelo Ricardo fue fumador de tabaco toda la vida, a los 89 años después de una vida muy saludable, contrajo una neumonía que lo llevó a la muerte, el día 18 de Marzo de 1989, hasta el mismo día de su muerte conservó su lucidez mental, llegaron las hijas desde Medellin a acompañarlo en sus últimos momentos y una de ellas se le acerca y se dirige a todos los allí presentes y exclamó palabras definitivas, sumarias y premonitorias en voz alta: " Y saber que mañana se lo van a estar comiendo los gusanos" el abuelo con la poca fortaleza que aun tenía, abrió sus ojos desorbitados y a las pocas horas falleció, toda la familia esta de acuerdo que esta desafortunada frase, fue la que mató al abuelo (es solo un mal chiste). Esa noche que lo estuvimos "veloriando" compartimos todos los recuerdos del abuelo con nostalgia, pero, también con gran alegría, recordamos y cantamos las canciones que le gustaban, sus cuentos, sus dichos y hasta tuvimos tiempo para reir, porque no nos quedaron remordimientos con ese abuelo que tanto quisimos, al día siguiente llevamos su féretro y lo depositamos en el cementerio de Frontino en la tumba donde desde hacia muchos años estaban los restos de nuestra abuela Rosa Amelia, solo quedaba su pelo, de color rojo, el resto era solo material polvoriento, polvo de estrellas.


martes 14 de septiembre de 2010


Dos núcleos de origen del apellido Covaleda en Colombia

por Alfredo Covaleda Vélez

La hipótesis de la presencia de dos hermanos alrededor de 1600 parece por ahora descartable por cuanto parecen no existir evidencias de ello. Lo que hasta ahora si he podido comprobar es que existen dos orígenes de los Covaleda en Colombia y que con seguridad no eran hermanos o a lo sumo eran hermanos medios. Ciertamente ambos eran españoles y parecen haberse establecido en Colombia por la misma época que es la de los finales del siglo 18. Uno de ellos se radicó en Medellín tras un breve paso por Cartagena y el otro en Purificación Tolima tras un también breve paso por Honda Tolima. El árbol genealógico de los Covaleda o Cobaleda de Medellín es bastante trazable y rico de datos. Para el caso de la de los Covaleda o Cobaleda de Purificación, aún faltan conexiones aunque la riqueza de datos tambien es notable. Respecto a los Covaleda de Neiva, parece casi seguro que proceden de los de Purifcación pero la trazabilidad de los Covaleda del núcleo de Medellín indica que al menos uno de ellos se radicó en Neiva de manera que pueden existir influencias de ambas fuentes. A mediados del siglo diecinueve algunos de los Covaleda descendientes del núcleo Medellín se radicaron en Bogotá.

Los Covaleda del núcleo de Medellín se originaron con el español sevillano Rafael Covaleda del Aguila, hijo de Gabriel Covaleda y María del Aguila. Rafael contrajo matrimonio en Cartagena con Ascensión Muñoz pero esta murió sin que la pareja tuviera hijos. Hacia el año de 1784 ya aparece Rafael en Medellín trabajando en la Real administración de Aguardientes. En una tesis de doctorado de una universidad norteamericana hecha a finales de los 1970 en la que se estudia el origen del empresariado antioqueño, se hacia una relación entre Rafael y la clase empresarial antioqueña. Aunque algunos hablan de otras influencias, la clase empresarial antioqueña se atribuye a algo así como a 23 blancos nacidos en España. Rafael no era uno de ellos pero desposo con Juana Barreneche Sánchez hija de don Juan Bautista Barreneche Indart y de doña Teresa Sánchez Rodera. Juan Bereneche es uno de esos veintitantos españoles a lo que se les atribuye el origen del empresariado antioqueño. Rufo Covaleda Barreneche, hijo de Rafael y Juana, se casó con Agueda Yepes Mejía y de esa unión nacieron dos hijas: Rosaura y Soledad. Soledad que nació y murió en Bogotá se casó con un hombre de una famila igualmente adinerada y por tratarse de una familia liberal fueron expropiados en Bogotá por algún gobierno Conservador de la época. Por su parte Rosaura Covaleda Yepes se casó con Braulio Gaviria Vélez . Además de Rufo, a cuya descendencia se ha hecho referencia, Rafael Covaleda fue padre de Josefa, Rafaela, Petrona o Petronila, Irene y José. Esta línea de Covaleda desaparece casi de inmediato como portadora del apellido porque de Rufo no descendieron varones y no existen registros de hijos de José. Esto lleva a que todos los Covaleda existentes en la práctica procedan posiblemente de la otra línea.

NOTA DE CARLOS MARIO PEREIRA

Los hijos de Braulio Gaviria Velez y Rosaura Covaleda Yepes fueron Roberto Gaviria Covaleda, Castor Gaviria Covaleda y Alejandro Gaviria Covaleda casado con mama Lila (Emilia) Perez Acevedo, de cuya union nacieron todos los Gaviria Perez y entre ellos la Abuela Rosa Amelia Gaviria Perez, quien contrajo matrimonio con Ricardo Pereira Restrepo, de cuya union nacieron Libia, Luis Carlos, Aminta, Elvira y Tulia Pereira Gaviria, Luis Carlos Pereira Gaviria contrajo Matrimonio en el Municipio de Giraldo con  Margarita Beatriz Yepes Roldan (familia proveniente de Don Matias) y nacimos los hijos Rosa Amelia, Carlos Mario, Margarita Maria, Jose Luis, Beatriz Elena, Victor Raul, Mercedes Lucia, Ricardo de Jesus Pereira Yepes.  Carlos Mario Pereira Yepes contrajo matrimonio con Claudia Maria Trujillo Suarez en la Ciudad de Medellin, de esta union nacieron Juan Camilo, Ana Maria y Sofia Pereira Trujillo.

Carlos Mario Pereira Yepes.